La Comunicación en la Formación de Ciudadanía

 

Por Cynthya Ayala Aybar

ACS Communicare

 

“Educación, ciudadanía y democracia son conceptos ideales portadores de utopías y también realidades empíricas. Son tres conceptos dinámicos que tienen luz propia y se alumbran entre sí (...) en la medida en que la democracia es un orden en construcción e incierto, la ciudadanía también lo es y, por tanto, la educación para la ciudadanía; pero, también, el sentido común nos indica que sin democracia no existe la ciudadanía y sin educación los ciudadanos no pueden desarrollar las competencias necesarias para vivir en democracia" Teresa González Luna Corvera (2010).

 

 

A los problemas de la baja calidad educativa, bajos niveles de escolaridad, altos niveles de pobreza y pobreza extrema, altas tasas de desnutrición y anemia infantil, carencia de los servicios básicos, corrupción institucionalizada, problemas de violencia sexual y escolar, etc. se suman problemas pedagógicos e inercia institucional en la formación de ciudadanía en las instituciones educativas de las regiones del país que agudizan el desarrollo integral de la niñez, la adolescencia y la juventud peruana.

 

Pese a los problemas identificados, pero con optimismo, amerita alcanzar algunas propuestas para contribuir al fortalecimiento de la “(…) democracia y el ejercicio pleno de la ciudadanía” (MINEDU, 2016); asimismo, al desarrollo de "(...) los valores y la educación ciudadana de [las y] los estudiantes para poner en ejercicio sus derechos y deberes (...)" (MINEDU, 2016c: 4), aspiraciones contenidas en el nuevo Currículo Nacional de la Educación Básica; y consecuentemente al desarrollo y fortalecimiento de la democracia, y la resolución de los problemas descritos.

 

Percepción de corrupción

Según la VIII Encuesta Nacional sobre percepciones de la corrupción en el Perú 2013, el 44 % de los peruanos considera a la corrupción como uno de los principales problemas en el Perú (Proética, 2013); sin embargo, estas ciudadanas y ciudadanos —aquellos mayores de 18 años de edad, jóvenes y adultos, varones y mujeres— que conocen los casos y el tipo de individuos involucrados en corrupción… no actúan (Ugaz, 2014). Al respecto, cabe formularse algunas preguntas ¿Cómo es que las y los ‘ciudadanos’ perdieron la capacidad de intolerancia e indignación a la corrupción y a los diversos problemas que afectan al país? ¿O es qué jamás desarrollaron capacidades de ciudadanía en las instituciones educativas? ¿Cuál es el espacio más próximo para desarrollar capacidades de ejercicio de ciudadanía? ¿Qué se están enseñando en las instituciones educativas del país? ¿Merece evaluar el espacio de las instituciones educativas para preguntarse qué están aprendiendo las niñas, niños y adolescentes? y si ese aprendizaje garantiza el desarrollo biopsicosocial y la formación de ciudadanos y ciudadanas comprometidas con el desarrollo local y el desarrollo integral de las regiones y del país.

 

¿Formación humana o educación instrumental?

Las escuelas y los colegios son espacios de formación integral y reflexión, deben educar al estudiantado para el presente y el futuro, no son centros de transmisión de información. Asimismo, no es suficiente que las niñas, niños y adolescentes sólo aprendan a leer, escribir y resolver operaciones matemáticas de espaldas a los problemas personales y a la problemática local, regional y nacional —indicador de ello es la evaluación censal del estudiantes 2015 (MINEDU, 2016b), centrados en las áreas de Comunicación y Matemática—, o cumplir los 18 años de edad para ser ‘reconocidos’ como ‘ciudadanos’ cada cinco años durante la jornada electoral; es decir, ejercer ciudadanía en un promedio de 30 segundos para emitir… un voto… cada… cinco años.

 

Puntos de vista sobre la ‘ciudadanía’

Respecto a la ciudadanía, Ricardo Cuenca (Díaz, 2015) señala que “(…) no se debe asociar a la ciudadanía solo con prácticas concretas como votar, gozar de libertad de expresión o recibir beneficios del Estado, sino de ciudadanía la idea de dejar de ser un subordinado”, ser un agente de cambio de cambio social.

 

Este desconocimiento de sólo participar en los procesos electorales, de subordinación y pasividad, etc. confirman el problema y la importancia de la formación ciudadana como un derecho fundamental de las personas y que debe iniciar en la escuela, continuar en el colegio y en las universidades. 

 

Contradicciones en la formación de ciudadanía

En cuanto a la ciudadanía, institucionalmente, como parte de la política educativa, las Rutas de Aprendizaje “(…) propone recuperar la función de formar a ciudadanos y ciudadanas, y transformarse en un espacio donde se vivan experiencias significativas para el ejercicio de derechos, el cumplimiento de responsabilidades y la construcción de un sentido de pertenencia a una comunidad política” (MINEDU, 2013); sin embargo, es el propio ente rector y direcciones regionales del país los primeros en desatender la importancia del desarrollo profesional docente; asimismo, en menospreciar, minimizar y subvalorar el ejercicio de ciudadanía de las y los estudiantes —como la resolución de los problemas personales, problemas de la comunidad educativa e incluso de la comunidad local, las acciones de vigilancia ciudadana a los programas y proyectos educativos, etc.— y calificarlas de ‘pataletas’ o ‘niñerías’.

 

Muros institucionales para el desarrollo y el ejercicio de ciudadanía

Por otra parte, si bien existen organizaciones escolares que vienen aportando sugerencias y/o propuestas de mejora a la calidad educativa, las y los estudiantes se encuentran con ‘muros’ institucionales que debilitan el ejercicio de ciudadanía y obstaculizan la consecución de las metas como organización. Por ejemplo, para el caso del componente de tutoría en las instituciones educativas, la búsqueda de una adecuada y efectiva implementación de tutoría presenta muchas dificultades, entre ellas, la eliminación de la Dirección de Tutoría y Orientación Educativa (MINEDU, 2015), instancia que se ocupaba, entre otros, de generar políticas y medidas en relación al buen trato, la formación personal y la solidaridad, aspectos esenciales también para una formación ciudadana de las y los estudiantes.

 

Otra de las dificultades se encuentra en el componente pedagógico y didáctico, debido a que el tema de formación de ciudadanía estaría generando grandes desafíos y retos para los maestros y maestras, entre ellos ¿Cómo generar competencias y espacios de formación y ejercicio de ciudadanía? ¿Qué materiales y/o recursos didácticos favorecen al desarrollo de la formación ciudadana? ¿Cómo hacer extensivo el desarrollo del ejercicio ciudadano al espacio del hogar, vecindad, etc.? ¿Cómo hacer partícipe a las instituciones y organizaciones de la sociedad civil en la formación de ciudadanía? ¿Cuál es el espacio más próximo para desarrollar capacidades de ejercicio de ciudadanía? Desde la perspectiva de los principios de la Comunicación para el desarrollo es imposible imaginar la formación de ciudadanas y ciudadanos sobre la base de la imposición de políticas públicas, relaciones autoritarias y verticales entre maestros y estudiantes, etc.

 

Propuestas pedagógicas y de reconocimiento

Respecto al desarrollo profesional pedagógico, las facultades y escuelas de Educación de las universidades e instituciones pedagógicas deben actualizar sus correspondientes planes de estudio de acuerdo al nuevo Currículo Nacional de la Educación Básica (MINEDU, 2016c) para una efectiva formación científica, tecnológica y humanística de los profesionales de la educación. Para quienes egresaron y/o vienen ejerciendo como profesoras y profesores en las instituciones educativas del país, programas de actualización docente en el diseño de metodologías pedagógicas pertinentes y estrategias de aprendizajes significativos —de aplicación teórica y práctica al 100%, con acompañamiento y evaluación trimestral—, a partir de casos prácticos y hechos reales, previa planificación y socialización con la comunidad educativa para revertir esta instrumental ‘formación de ciudadanía’ que se reduce al dictado —transmisión— y memorización de datos; de igual manera, la identificación y el compromiso de los directivos y la plana docente, y el reconocimiento institucional correspondiente.

 

Sobre el ejercicio de ciudadanía en las y los estudiantes, a partir del 2013, las niñas, los niños y los adolescentes de la región Ayacucho han realizado importantes procesos de participación, como alcanzar recomendaciones e impulsar políticas públicas para mejorar la calidad educativa, entre ellos: la promoción de kioscos saludables, incremento de horas de tutoría, escuelas libres de violencia escolar, respectivamente. De la misma manera, a través de Ideas en Acción (MINEDU, 2016d), se conoce de similares experiencias de estudiantes del interior del país. Estas participaciones están confrontando la idea de ‘ciudadano’ como mayoría de edad para ser reconocidos desde la etapa de la niñez y la adolescencia como agentes de cambio –que tienen derechos y deberes; atribuciones y obligaciones–, en consecuencia la responsabilidad sobre su educación, salud, derechos y deberes, etc., así como identificar los problemas que los afectan y el derecho a ser consultados para las soluciones de la misma. Por lo tanto, esta dedicación extracurricular de las y los estudiantes amerita reconocimiento y valoración de la comunidad educativa, e incluso de las instituciones y sociedad en general, como prácticas positivas que contribuyen al bienestar de la comunidad, y como referentes a seguir por las niñas, niños y adolescentes de la región.

 

Enlaces relacionados sobre el ejercicio de ciudadanía en las y los estudiantes:

EDUENTRETENIMIENTO CON Y PARA ADOLESCENTES: NO TE QUEDES CALLADO(A)

JORNADA ESCOLAR COMPLETA (JEC.) ESTARÍA ATENTANDO CONTRA LA SALUD Y EDUCACIÓN DE ESTUDIANTES EN LA REGIÓN AYACUCHO

 

E igualmente, reconocimiento para las personalidades y organizaciones de la sociedad civil organizada que participan a favor de una educación de calidad en la región de Ayacucho, y consecuentemente del país, para mantener activa su participación en favor de la educación de calidad.

 

Aportes de las Ciencias de la Comunicación

Por lo expuesto, una de las principales capacidades que se debería desarrollar también en las autoridades, decisores políticos y educadores es la comprensión de la comunicación humana. Una comunicación entendida como diálogo, generador de encuentros, a través del cual es posible generar confianza, disensos y consensos, e intercambiar conocimientos y capacidades (Ayala, 2014: 8) para identificar conjuntamente los problemas y las soluciones, diseñar conjuntamente políticas públicas, construir procesos pedagógicos, debatir, aprender y planificar con la participación de la comunidad educativa acciones de cambio para la formación ciudadana con un enfoque crítico, y posterior evaluación conjunta para determinar los resultados del proyecto y/o capacitación pedagógica, y mejora continua.

 

Asimismo, reconocer a las niñas, niños y adolescentes como sujetos de comunicación, generar espacios de confianza para que expresen sus opiniones, acoger con respeto sus aciertos y desaciertos, afirmar una autoestima saludable que fortalezca su confianza, seguridad, autonomía y capacidad de resiliencia y les permita ver en cada aprendizaje una lección de vida que puede ser útil en su proceso de aprendizaje (Ayala, 2015: 21).

 

Enlaces relacionados:

Comunicación participativa para un clima escolar saludable

 

Reflexiones

La ciudadanía implica el ejercicio de derechos y deberes, ello exige el desarrollo de capacidades y responsabilidades. Capacidades para entender, dialogar, disentir, cuestionar, criticar, construir y edificar sobre la base de una relación comunicativa, democrática y plural; y la responsabilidad de participar en la identificación y/o resolución de los problemas personales, locales y regionales, y fortalecer la democracia del país.

 

"(...) en la medida en que la democracia es un orden en construcción e incierto, la ciudadanía también lo es y, por tanto, la educación para la ciudadanía; pero, también, el sentido común nos indica que sin democracia no existe la ciudadanía y sin educación los ciudadanos no pueden desarrollar las competencias necesarias para vivir en democracia" (Luna, 2010).

 

Por lo tanto, la formación de ciudadanía en las y los estudiantes demanda de la institución educativa, especialmente de las y los maestros, la práctica de una comunicación horizontal y democrática, generadora de espacios de diálogo que propicien conocimientos, convivencias pacíficas, aprendizajes, reflexiones y experiencias pedagógicas y de vida en los estudiantes para formar personas de bien y ciudadanía.

 

REFERENCIAS:

AYALA, Cynthya (2014). La comunicación para el desarrollo en el plan de incidencia política y programa mi comunidad implementado por el CRAJPEA durante los años 2011 y 2012 en la ciudad de Ayacucho. Tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Ayacucho: Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, Facultad de Ciencias Sociales.

 

AYALA, Cynthya (2015). "Comunicación participativa para un clima escolar saludable". Communicare. Perú, año 3, número 11, pp. 14-23. Consulta: 7 de junio de 2016. <http://communicare.jimdo.com/2015/08/19/comunicaci%C3%B3n-participativa-para-un-clima-escolar-saludable/>

 

DÍAZ, José (2015). “Cómo se organizaron los movimientos juveniles que acabaron con la Ley Pulpín”. La República. Lima, 01 de febrero de 2015. Consulta: 10 de enero de 2016, <http://archivo.larepublica.pe/01-02-2015/como-se-organizaron-los-movimientos-juveniles-que-acabaron-con-la-ley-pulpin>

 

LUNA, Teresa (2010). DEMOCRACIA Y FORMACIÓN CIUDADANA. Instituto Federal Electoral. México. Consulta: 5 de enero de 2016 <http://www2.ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-v2/DECEYEC/EducacionCivica/CuadernosDivulgacion/CuadernosDivulgacion-pdfs/CUAD_28.pdf>

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN (2013). Rutas  de aprendizaje:¿Qué y cómo aprenden nuestros niños y niñas?. Fascículo 1. Lima. Consulta: 5 de enero de 2016, <http://www2.minedu.gob.pe/filesogecop/B%2053572-13%20FASCICULO%20CIUDADANIA%20CICLO%20IV_WEB.pdf

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN (2015). Decreto Supremo Nº 001-2015-MINEDU. Norma que aprueba el Reglamento de Organización y Funciones del Ministerio de Educación. Lima, enero 2015. Consulta: 5 de enero de 2016, <http://www.minedu.gob.pe/p/xtras/ds_001-2015-minedu.pdf>

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN (MINEDU 2016). Aprendizajes/presentación. Consulta: 21 de enero de 2016 <http://www.minedu.gob.pe/politicas/aprendizajes/index.php>

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN (2016b). SICRECE/ECE/¿Qué es la ECE?. Consulta: 25 de abril de 2016, <http://sistemas02.minedu.gob.pe/consulta_ece/publico/index.php>

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN (2016c). Currículo Nacional de la Educación Básica. Consulta: 17 de junio de 2016, <http://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculo-nacional-2016-2.pdf>

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN (2016d). Ideas en acción. Consulta: 17 de junio de 2016, 

<http://www.minedu.gob.pe/ideasenaccion/>

 

PROÉTICA (2013). Encuesta Nacional sobre Percepciones de la Corrupción en el Perú 2013. IPSOS. PROÉTICA. Consulta: 5 de enero de 2016, <http://www.proetica.org.pe/viii-encuesta-nacional-sobre-percepciones-de-la-corrupcion-en-el-peru-2013/>

 

UGAZ, José (2015). “La corrupción causó crisis en cinco regiones durante el 2014”. Diario El Comercio. Lima, 1 de enero de 2015| 10:35. Consulta: 5 de enero de 2016, <http://elcomercio.pe/peru/pais/corrupcion-causo-crisis-cinco-regiones-durante-2014-noticia-1782143>

 

Contenido > Revista Communicare Año 01 / Nro. 02 (Abril - Junio, 2016)