Cynthya Ayala Aybar
Boletín Communicare Año 02/No. 05
Para Alfonso Gumucio Dagron y Thomas Tufte (2008), la Comunicación para el Cambio Social es una propuesta reciente, concebida como un proceso de diálogo y debate basado en la participación y en la acción colectiva, a través del cual las personas y/o comunidades determinan la que necesitan para mejorar sus vidas. Lo fundamental de este enfoque es que existe la convicción de que las comunidades afectadas entienden mejor su realidad que los “expertos” ajenos a ellos.
Asimismo, señalan que los principios que subyacen en este enfoque son la tolerancia, el respeto y la justicia social que implica fortalecer las voces de los ‘marginados’. Y también afirman que la teoría sigue evolucionando, a partir de la práctica del desarrollo y de la organización comunitaria.
En la Comunicación para el Cambio Social el proceso más importante que los productos es la participación y el fortalecimiento colectivo, el cual precede al desarrollo del mensaje. La difusión del mensaje es considerada un producto secundario del proceso de la comunicación. Además la Comunicación para el cambio social no preestablece qué herramientas, mensajes o técnicas son mejores porque se centra en el proceso mismo, teniendo como base la comunidad desde donde deben surgir las acciones propuestas.
Por otro lado, se considera importante la apropiación del proceso de la comunicación por parte de la comunidad y no sólo de los propietarios de los medios. También se preocupa de la cultura y de la tradición, el respeto por el conocimiento local y el diálogo entre los especialistas del desarrollo y las comunidades.
Entre las fuerzas impulsoras de la Comunicación para el cambio social se tiene las siguientes:
- La sostenibilidad de los cambios sociales se logra en la medida que las personas y comunidades se apropian del proceso de comunicación y sus contenidos. La Comunicación para el cambio social es un proceso horizontal que fortalece las relaciones comunitarias al visibilizar las voces de los más pobres.
- La administración de las herramientas de comunicación debe estar en manos de las comunidades que son protagonistas de su propio cambio. Asimismo, promueve el diálogo en una relación de igualdad, debate y negociación desde las comunidades.
- Sus resultados deben ir van más allá del comportamiento individual y tomar en cuenta las normas sociales, políticas actuales, la cultura y el contexto de desarrollo general; además busca fortalecer la identidad cultural, la confianza, el compromiso, la apropiación de la voz y el empoderamiento de la comunidad.
- Finalmente rechaza el modelo lineal de transmisión de información de un emisor a un receptor, por el contrario fomenta un proceso cíclico de interrelaciones en el conocimiento compartido y la acción colectiva.
Contenido > Boletín Communicare Año 02 / Nro. 05 (Enero - Marzo, 2014)